él me ayudó a elegirlas dándome las características de cada uno de los ramos, pero la decisión pasó por el precio. después me contó que su padre fue el segundo florista del país, un tano con ganas de conocer más sobre los colores, las historias y las formas de esta naturaleza viva.
quince minutos después de que él se había cruzado con su padre por 18 de Julio, le avisaron que había muerto. ya en el velorio recibió flores de una empresa, y no las aceptó. "eran una porquería de flores" me dijo. "cómo le va a mandar eso a mi padre, florista" agregó.
me recomendó ponerlas en agua hirviendo dos minutos y luego directo al agua fresca, así duran 20 o 30 días agregó. yo le comenté que ya lo había hecho meses atrás a sugerencia también de él.
me preguntó a que me dedicaba y terminó diciéndome "es un arte saber escuchar"
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