Querida Montevideo:
Te escribo porque necesito confesarte algo, a sabiendas de que nuestra relación puede cambiar por culpa de esto. Sabés lo que me costó dejar a mi gran amor, el Olimar querido, y cómo me esforcé en quererte cada día (lo nuestro sí que ha sido un amor trabajado). El sentimiento hacia vos sigue intacto, pero debo contártelo: me están "pasando cosas" con Madrid. ¿Sabrás perdonarme una aventura de verano?
viernes, febrero 09, 2007
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