jueves, marzo 20, 2008
flores amarillas
Cuando le dije que necesitaba flores para mi escritorio, salió con sus cuatro años corriendo por todo el campo y volvió con las silvestres más lindas que encontró. Me dio el ramo y me dijo "tia, para cuando estés cansada, las mires y puedas darte contra la nube" y me abrazó fuerte mientras sus ojitos brillaban a la luz del sol.
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